IN MEMORIAM - ANTONIO FORNES GIMENEZ

Espeleologia y aventura. Tony para los amigos era así. Brillante en todo lo que se se proponia. Meticuloso. Ejemplo de las cosas bien hechas. Paciente. Los nervios templados, la sonrisa sincera. Sano. Exigente. Con el mismo antes que con nadie. Pero despues de el con todos.

Celoso sin poses de su vida privada. Muy discreto. Con una enorme autoconfianza. El espiritu ganadador. Intrepido y cuidadoso, audaz. El fundamento del esfuerzo. Competitivo. Sobre todo consigo mismo. Elevados los umbrales eticos.

Un caballero en el trabajo y en la vida cuya enorme incursion en la espeleologia duro lo justo para descubrir el estado permanente de guerra de guerrillas de los clubs, conmigo o contra mi. No pintaba nada en ese medio ambiente. Ni por principios ni por ganas. Elegante hasta la coquetería. Tranquilo. solitario. En ocasiones me desconcertaba su aparente frialdad. Con la serenidad que probablemente proporcionaba en las cuevas.

Su mayor pasion. Espeleologia y aventura. Aquella vez que estuviste hace ya tantos años en Cantabria con tus compañeros y a amigos a aquellos pueblos escondidos de la mano de dios, entregado a la generosidad de los aldeanos, hoy durmiendo en una casa, mañana al raso, hoy a la mesa humilde una familia cualquiera en un pueblo cualquiera, mañana ya verías. Aun me impresiona la emocion con la que contabas mil anecdotas y experiencias, los mil detalles.

Como cuando me relabas algunos retazos de muchos de las actividades en todas aquellas e inmensas galerias de todas las cuevas imaginables. Marruecos, Cantabria, Asturias, etc.....Lo ultimo la Cueva Santa en Altura (Castellon). Miles de fotografias y topos. Te escuchaba embobado, sin dejar de inspirarme peligro, sacrificio, desafió, sudor, plenitud, voluntad, determinación, soledad.....La vida de un espeleologo. 

Me siento extrañado al hablar de ti en pasado, golpeado por la noticia de tu inesperado adios. Te fuiste habiendo logrado todos tu sueños posibles, en la espeleologia que amabas tanto como la respetabas y que me enseñaste a querer mejor.  Buen amigo.

Descanses en Paz. 

R.I.P

Enlaces de interes:

Solstícios.

Muchos de los que habéis ido a captar el rayo de sol que entra por la boca del campillo no sabéis que la primera foto de este tipo la captaron Carlos (un servidor) y Jose ( un bilbaino geólogo que vino a trabajar un par de meses a Valencia). Aquel día fue de los que hacen afición, habia gente de varios grupos tanto en la sima de la Llenca como en la del Campillo, pero como solo eramos dos pudimos colarnos rápidamente tanto en una como en la otra, el día no era especialmente luminoso, recuerdo que por la mañana teníamos esa bruma fresca de aquellas montañas, pero después de comer se giró un poco de brisa. Cuando estábamos justo en la zona de sedimentación (la conocida como playa) recuerdo perfectamente como se formó, casi de manera mágica, el haz de luz que nos dejó sin palabras. Gracias a que Jose, buen espeleólogo del norte, llevaba su carburero pudimos componer esta imagen que tanto daría la vuelta por tantos sitios después. Grandisimos fotógrafos subterráneos han visitado la cavidad en esas fechas y muy buenas tomas se han dado superando incluso en definición y calidad a la presente, pero desde luego esta siempre será la primera y eso tiene un valor añadido.

El rayo de luz nos iluminó la sala como pocas veces se da. Pudimos pasear tranquilamente por toda el salón haciendo todo tipo de fotografías, llegados a un punto y cuando el haz de luz parecía que iba a desaparecer nos detuvimos otro instante, nuestra cuerda a la izquierda y el haz a la derecha. Me quedé con la fecha y pensé en la Llenca... al año siguiente lo intentaría y pese a que la boca es muchísimo más pequeña y la fecha y la hora han de ser más precisas y el fenómeno dura bastante menos tiempo...

Apenas es un poco de claridad la que llega al fondo de la sala principal de la sima de la Llenca. Pero el rayo de luz también se distíngue nítidamente suspendido por la humedad ambiental. Esta vez, como tantas otras Débora hizo el posado y la toma revela la profundidad de la sima de una manera un tanto oscura y de nuevo las cuerdas y la luz se confunden y más en este caso pues habían tres vías instaladas. Esta toma si que estaría llamada a ser refotografiada con los nuevos equipos con mejores sensibilidades.

I Jornadas Federativas de espeleología y descenso de barrancos.

Desde federación llega esta iniciativa y desde el blog de la senyera enlazamos y compartimos. Toda la información y descarga del tripico para la inscripción en:
La web de la federación de Espeleología de la CV.

Descansa en Paz.

Pedro Millana Coca, miembro del 15M, falleció en Teruel, su lugar de residencia desde hace unos años. El 19 de marzo a los 47 años falleció por causas naturales. Solo, en un banco de la calle y tras haber sido desahuciado de su piso en mayo de año pasado por impago del alquiler. El cadáver de "Coca", como era conocido, fue localizado por la Policía Local muy cerca de una caseta abandonada en la que se había refugiado al quedarse sin vivienda. Pedro era espeleólogo, fundador del Club de espeleología “Abismo“ y trabajador de la construcción. Parado desde hace cuatro años, estaba afiliado a la CNT y participó muy activamente en el movimiento del 15-M. Sus compañeros de la central anarcosindicalista recogieron las escasas pertenencias del fallecido para enviárselas a sus padres, que viven en Guadalajara y que proporcionaban a Perico su único sustento económico. La caseta donde vivía Perico mide unos cuatro metros cuadrados, carece de calefacción y sus paredes interiores están recubiertas de desconchones y humedades. En el suelo permanece el último mobiliario del fallecido, consistente en un colchón depositado sobre un palé de madera. Al lado quedaron algunos paquetes de comida donados por el Banco de Alimentos, algo de ropa y un infiernillo de butano. Perico había caído en una situación de desamparo como consecuencia del paro y el desahucio haciéndole enfermar de gravedad. D.E.P 

Así le recuendan y le rinden homenaje en el club abismo:

Pedro Millana Coca, conocido por todos como “Coca”, falleció en Teruel, su lugar de residencia desde hace unos años, el pasado 19 de marzo. Aunque retirado desde hace años, cabe mencionar que fue uno de los fundadores del Club Abismo y no son raras las ocasiones en que se habla de alguna experiencia o anécdota relacionada con él, como activo espeleólogo que fue durante mucho tiempo.

Iniciado en la epeleología en el seno de GESGO (Grupo de Exploraciones Subterráneas Guadalajara Oje) hacia los años 80, alcanzaría rápidamente un elevado nivel técnico merced a su gran dedicación a la exploración, especialmente en las cavidades verticales de los karst del Guadiela y Alto Tajo. Esto le llevaría a convertirse en maestro de muchos nuevos espeleólogos.

Años después, en el año 1991, estaría entre los seis espeleólogos que constituimos el Club Abismo, retomando la espeleología con ánimos renovados.

Con Abismo su actividad se concentraría en la formación de nuevas generaciones de espeleólogos, labor que llevó más allá de los cursos impartidos, pues a la hora de equipar e instalar cualquier cavidad siempre fue extraordinariamente técnico y exigente, un purista, nos atrevemos a decir.

A la par, se implicó activamente el desarrollo de numerosos proyectos. Así, se dedicó intensamente a la prospección y exploración en los trabajos oficiales de zona del Club: En Tamajón, Poveda de la Sierra, la cueva de la Hoya del Castillo, sima del Bochorno, etc.

Visitaríamos con él, además, numerosas cavidades, y llevaríamos a cabo otros proyectos al margen de los oficiales, como fueron las exploraciones en la cueva del Tornero y el karst relacionado, y las simas de los llanos del entorno de Peñalén, Villanueva de Alcorón y Zaorejas, entre otros.

También extendería su actividad hacia otras regiones de la Península, siendo el primer miembro de Abismo que llevó a cabo la travesía Cueto-Coventosa, en colaboración con compañeros de la Comunidad Valenciana. Fue un hito que renovaría los ánimos y relanzaría la actividad del Club hacia las grandes cavidades del norte.

A finales de la década de los 90 fue abandonando paulatinamente la actividad, distanciándose del grupo. Más tarde eligió la ciudad de Teruel, que le vio nacer, como residencia definitiva, manteniendo relación tan sólo con unos pocos de nosotros, hasta el momento de la triste noticia de su fallecimiento.

Creemos que de algún modo parte de su espíritu permanece en aquellas cavidades que visitamos y trabajamos junto a él, y quizá podamos todavía oir el eco de su maza burilando cuando volvamos a visitarlas.

Descansa en paz, compañero.